lunes, 7 de diciembre de 2009

El compartimiento de Soledad

Un lente en el cielo que observa y anota. El viento que avisa y engrosa la mentira. Una entrega inoportuna que rompe un espejo de agua. El ego de uno que vuelve a negarlo y unos ojos sinceros que lo dejan en puntas de pie a espaldas del vacío. Lo obvio que se manifiesta en lo lejano ya tanto como en lo propio. La intimidad casualmente ultrajada y uno que lo conecta todo (en un circuito por el que nada puede viajar). Una muestra ajena de palabras mías. La última página del libro y la tinta con la que fue escrito, con hojas y sol para juntos escribir sobre el aire.

sábado, 22 de agosto de 2009

88

Una nariz marchita en una noche con un final anticipado.
Agua seca, casi de otro pozo, en un desierto glaciar.

Un nudo que se transforma, no se desata ni se desarma, solo se transforma.

Una pregunta que se escabulle en un vacío de otros tiempos.

Ansias precoses contra una eterna negación.

Una ceguera alimentada por el correr de una vida pasada y un desenlace triste e hipócrita para las voces de aquella primera noche de montaña en la metrópolis.

Una historia de otra época, de cuando el presente de caramelo y las canciones de radio eran el mundo.

Ojos que ya no ven, no sienten, ni creen en el paraíso como tal.

Ojos que en un gris ya no se funden.

sábado, 15 de agosto de 2009

Hija de Algo

Una suerte de bulto, un ladrillo negro en el estómago. Un latido en todo el cuerpo que el tiempo no cansa. Sus pelos secos y fóbicos entre si, huyendo los unos de los otros como quien huye del contagio. Y el tránsito de la vida que se dificulta, se retrasa y casi a camino de hombre pide permiso con sus años mirando el piso. En su cabeza el ladrido del mas allá que recuerda que ahí está, y la almohada que se reduce a un saco de plumas que ni los pensamientos puede sostener ya. Sus piernas se enroscan en una trenza y sus pies se solapan en busca del peso que ya no sienten. Su pecho que se balancea por el centro de la media luna que forman sus hombros, como si fueran imanes que la espalda no deja volar a un encuentro del que están privados desde siempre. Sus ojos eternamente abiertos pero nada del afuera dejan entrar, no son más que las cálidas cortinas de un cuerpo que la puta ruleta permitió vaciar.

Sarem

Un arco iris de caramelo que conecta dos islas separadas por un mar negro. Los colores que llegan a las islas como deslizándose por un tobogán y salpican la tierra gris, nutriéndola de una primavera que nunca iba a llegar. Y el arco iris, ahora un hermoso recuerdo de cristal, firme a la vista de los que no querían creer.

viernes, 14 de agosto de 2009

Cáncer

Me siento solo y débil en este oscuro y frío bosque de piedra.

Me siento diminuto parado frente a estos milenarios edificios de barro.

Camino por el sendero del viento, esquivando hojas marchitas cargadas de un verde resentimiento que embisten con la única intención de desgarrar el corazón.

Saltando por encima de raíces casi líquidas que tiran desde abajo, para sumergirme en la materia en descomposición y dejar nada más que mi cabeza al descubierto; condenarme a una eternidad de la más vacía contemplación.

De la punta de las ramas de árboles negros que siempre estuvieron, caen lentamente gotas de sudor frío, como arañas cautelosas que descienden por su tela en busca de una nueva víctima; y se pegan al aire, el aire que respiro y enferma.

El cielo repleto de pares de ojos y bocas, ojos con sus pupilas dilatadas y bocas que muelen sus dientes en un ritmo desesperante. Ojos y bocas que ni hablar ni mirar pueden, pero que en la escena que crean confirman aquello que todos se preguntan y que solo ellos saben con total seguridad, que nadie en ese mundo volverá a ver el sol.

Luz del espacio

La cena esta servida.

Y mis manos perdieron sus dedos.

Disfruten.

sábado, 8 de agosto de 2009

Mis ansias de viajar y tu necesidad de rellenar

Un grano de arena, de blancas playas bañadas en chocolate
Un punto seguido en la historia de tu vida por pasar.
Que ahorca y completa mi forma en un indiferente modelo de lo que es.
Que quisiera no dejaras pasar, que resaltaras con un suspiro, con un silencio o una simple y hermosa sonrisa.
Que se ve como un mural, monótono y sin forma.
En una historia sin final.
Esta masa espacial, hueca y sin par.

(Y es una prensa en la sien, que aprieta y aprieta con total impunidad)
(Con ese gritito de esa canción…de fondo)

martes, 21 de julio de 2009

Amistad en Krakatoa

Un rasguño casi gatuno; y de las cuerdas vuelan gotas frías. Gotas frías que impactan con el calor de ese infierno oscuro para formar una nube húmeda y pegajosa.

La cámara se mueve en forma circular y damos con sus ojos. Sus ojos, que con un cálido amarillo difuso iluminan todo lo que ven. Convierten todo en primavera. Luz que en realidad proviene de los secretos en su interior, mierda profunda que se transforma en bien y trópico para los demás. Un vivo monumento a la belleza del alma.

La cámara sigue girando, flotando en el aire, intentando captar como alguien se hace a un costado, tratando evitar el faro solar. Se aísla en si misma, mueve sus pies frenéticamente, como queriendo expulsar únicamente por ellos una dosis de energía añeja que en ese momento la corroe por dentro. Su mirada fija en un vaso sin fondo y sus pensamientos totalmente pendientes de la sensación de desierto y hambre de ser en su boca.

Y nosotros en un rincón, abrigados por un calor fetal y enlazados por un amor desnudo que con su luz transparenta. Ofrendas y caricias.

Una burbuja con olor a la sal del mar y el calor de un atardecer en la arena que gentilmente nos llevó a otro lugar para hacer de ese invierno frío y lluvioso una fugaz imitación de un pasado de verde montaña.

jueves, 16 de julio de 2009

Milk&Bar

Ahí donde el estéril sonido de una batería eléctrica lo ocupaba todo entendí. Entendí que sin importar los escalones que salteaba o volvía a subir por quien sabe que número de vez ellos iban a estar firmes a ambos lados haciendo de soporte. La música, contemporánea y bien del Norte, vacía, no hacia mas que de paisaje, un paisaje pintado a burdas pinceladas secas sacadas de una paleta del submundo.

Y por primera vez en mucho tiempo la vida se presenta, desde mi cristal, vestida en colores fluorescentes, verdes, amarillos y violetas furiosos que me llevan a un estado de felicidad robótica, casi ideal según las leyes de la lógica actual.

Más que nunca floto en el aire, volátil, colgado de un sueño que vivo y que de un minuto al otro trato de aceptar ni mas ni menos que como lo siento, tan real.

Una cachetada, un empujón y una suave caricia al dormir se mezclan en un amor tan perfecto como irreal que grita desde su único y hermoso punto, para que mas que nunca siga creyendo.

sábado, 4 de julio de 2009

El color del acertijo

Nunca tuve un viaje tan feo como este. Siento que me muero. Siento que naufrago en lo más asqueroso al mejor estilo visceral, de mi ser. Siento que se pudre la piel, ahí donde el desierto envejece las ansias de vivir. Y que sin querer hablar del viaje, y sin pensarlo como a todo lo demás, acá estoy escupiendo los mas hermosos versos de mi vida. Los mas puros, como sacados ellos de lo mas profundo de los oleos con los que pintaron ese retrato de mi alma.
Y que en total oposición, acá me veo una vez mas golpeado por la apatía trancestral de mi yo en celo. Así que de ustedes me despido, tan formal, y con tal bajeza al caminar hacia la oscuridad de la cobardía.

miércoles, 1 de julio de 2009

Fision

Quisiera, en estos días del quisiera no paso. Y no porque realmente no lo anhele, sino porque esta marea que empuja y empuja por momentos (que cada vez son más) realmente me detiene, es un hecho, me detiene. Es que constantemente se esmera por generarle a uno la sensación de que bracea y bracea para nada, para permanecer inmóvil siempre en el mismo punto. Y cuando uno se detiene a recobrar el aire, a mirar alrededor para absorber energía de algún lugar, esta marea nos golpea con fuerza, haciéndonos retroceder tanto, tanto...No creo que seamos pocos los que tratamos de seguir nadando en esta dirección, pero por estos días me cuesta ver a los demás. Es que de un segundo a otro mi horizonte es tapado por enormes castillos de cristal, vacíos, que esperan ansiosos una tormenta para desvanecer sin dejar rastro alguno de su existencia. Pero no les importa eh? No les importa, porque no tienen alma, son entes que son tan solo para ser reemplazados por otros de su misma especie, que mutan en forma, pero que bien adentro siguen siendo igual de vacíos.

Pero se que no soy el único en este viaje, o quizás de ello me auto-convenza, un poco por testarudo y otro poco por volátil; y voy a seguir braceando, para algún día llegar a lo mas alto de esa montaña. Esa montaña donde el destello de las luces de sus palacios es comparable al tenue, fugaz y desesperado llamado de amor de una luciérnaga.

viernes, 19 de junio de 2009

Prisma de doble entrada

Fue en una noche oscura que te reencontré. Un aire espeso y gris vagaba por el cuarto, y haciéndose el distraído buscaba colarse en nuestra cama. Por primera vez en muchos años esa rapidez, esa creatividad y ese oportunismo parecían no estar presentes, ahora todo ese lugar estaba ocupado por un vacío que te acercaba mucho mas al resto de los mortales.
Notas musicales que copulaban frente a mis ojos, que bailaban y armoniosamente machacaban con tacos de algodón cada centímetro de mi alma.
Quizás de tanto y tanto girar, en lugar de marearnos no hice más que perderte. Y debo admitir, aunque al hacerlo mi orgullo se encoja casi hasta desaparecer, que te extraño.
Con un bisturí tajeaste mi corazón para dejarme salir y contemplarlo todo desde afuera. Me habías reinventado, convertido en un niño que parecía estar experimentándolo todo por primera vez.
Entonces prendiste la luz y te fuiste, porque toda esa magia para vos no era más que el pan de todos los días.
Y volvimos a desencontrarnos, pero esta vez para siempre.