miércoles, 1 de julio de 2009

Fision

Quisiera, en estos días del quisiera no paso. Y no porque realmente no lo anhele, sino porque esta marea que empuja y empuja por momentos (que cada vez son más) realmente me detiene, es un hecho, me detiene. Es que constantemente se esmera por generarle a uno la sensación de que bracea y bracea para nada, para permanecer inmóvil siempre en el mismo punto. Y cuando uno se detiene a recobrar el aire, a mirar alrededor para absorber energía de algún lugar, esta marea nos golpea con fuerza, haciéndonos retroceder tanto, tanto...No creo que seamos pocos los que tratamos de seguir nadando en esta dirección, pero por estos días me cuesta ver a los demás. Es que de un segundo a otro mi horizonte es tapado por enormes castillos de cristal, vacíos, que esperan ansiosos una tormenta para desvanecer sin dejar rastro alguno de su existencia. Pero no les importa eh? No les importa, porque no tienen alma, son entes que son tan solo para ser reemplazados por otros de su misma especie, que mutan en forma, pero que bien adentro siguen siendo igual de vacíos.

Pero se que no soy el único en este viaje, o quizás de ello me auto-convenza, un poco por testarudo y otro poco por volátil; y voy a seguir braceando, para algún día llegar a lo mas alto de esa montaña. Esa montaña donde el destello de las luces de sus palacios es comparable al tenue, fugaz y desesperado llamado de amor de una luciérnaga.

2 comentarios:

Paloma dijo...

ah, eh? calladito te habías guardado este 18 abajo de la manga. menos mal que lo descubrí porque para mí lo que escribís está buenísimo y me encanta tenerlo acá, cada vez que quiera leer.
besos!
flor, socia vitalicia de braceadores anónimos.
=)

Anónimo dijo...

lindo lindo
que alivio saber que alguna gente que se hace blogs puede expresarse coherentemente
sOfi